Robert Fortune: El espía escoces del té

Robert Fortune: El espía escoces del té

Autor :      Fecha:  06/12/2024
Robert Fortune: El espía escoces del té

Robert Fortune fue un botánico y explorador escocés del siglo XIX, conocido por su papel en la transferencia clandestina de plantas de té de China a la India, una operación secreta que tuvo un impacto duradero en la industria del té y en el colonialismo británico. En esa época, China tenía el monopolio del té, y su cultivo y preparación eran secretos celosamente guardados. Gran Bretaña, que había desarrollado una gran demanda de té, quería reducir su dependencia de China y buscaba establecer plantaciones de té en sus colonias, particularmente en la India.


Para cumplir esta misión, la Compañía Británica de las Indias Orientales recurrió a Robert Fortune, quien tenía experiencia previa como botánico en Asia y conocimiento sobre la flora local. En 1848, Fortune emprendió su primer viaje secreto a China haciéndose pasar por un comerciante chino gracias a su habilidad para adaptarse al idioma y al vestuario local. Durante su misión, recorrió provincias chinas clave, como Fujian y Zhejiang, donde se producían algunas de las variedades de té más preciadas.


Fortune recopiló información crucial sobre las técnicas de cultivo y procesamiento del té verde y del té negro, y consiguió llevarse cientos de esquejes y semillas de plantas del té. La operación fue complicada debido a las restricciones de China sobre la exportación de plantas y el transporte de material vegetal a través de largos viajes marítimos. Para asegurar el éxito, Fortune utilizó una innovadora tecnología de la época: las cajas de Ward, unas especies de mini invernaderos portátiles que protegían a las plantas durante el trayecto.

Gracias a Fortune, las plantas de té llegaron en buen estado a la India, donde las plantaciones británicas de Assam y Darjeeling comenzaron a florecer. La incursión clandestina de Fortune y su éxito final contribuyeron significativamente a que el Reino Unido desplazara a China como principal productor de té en el mundo. Su historia es un ejemplo intrigante de espionaje industrial en el contexto del imperialismo británico y del crecimiento de la economía global de productos de lujo en el siglo XIX.